13 Sed sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea al
rey, como soberano,
14 sea a los gobernantes, como enviados por él para castigo de los que
obran el mal y alabanza de los que obran el bien.
15 Pues esta es la voluntad de Dios: que obrando el bien, cerréis
la
boca a los ignorantes insensatos.
16 Obrad como hombres libres, y no como quienes hacen de la
libertad un pretexto para la maldad, sino como siervos de Dios.
17 Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al rey.
18 Criados, sed sumisos, con todo respeto, a vuestros dueños, no sólo
a los buenos e indulgentes, sino también a los severos.
19 Porque bella cosa es tolerar penas, por consideración a Dios,
cuando se sufre injustamente.
20 ¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando habéis faltado?
Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella
ante
Dios.
21 Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo sufrió
por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas.
22 El que no cometió pecado, = y en cuya boca no se halló engaño; =
23 el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no
amenazaba, sino que se ponía en manos de Aquel que juzga con justicia;
24 = el mismo que, = sobre el madero, = llevó nuestros pecados = en
su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para
la
justicia; = con cuyas heridas habéis sido curados. =